2.11.06

Piernas metalizadas.

He tenido noticias sobre una inverosímil analogía entre las piernas de una mujer y las penínsulas que se abren desde un eje casi invisible hacia el abismo del espacio para hacerse un gran continente de roca cromada, tanto las penínsulas como lo que devienen, incluyendo la nada de la que emanan.
No hubiera sido tan drástico si la fuerza que se aplica para separar estos dos obstáculos de comunicación no fuera la misma con que se presiona para llegar a ese oasis existencial, para luego dejarse llevar por ese vaivén casi bicromático, de ida y vuelta…
Sergio A. Iturbe
(Escrito en base a la minuciosa
observación de un celular,
de esos que se abren en dos.)

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