4.6.07

Sí, James, sí. (Crítica al "Ulysses" de James Joyce)



Lo abrazó y sintió en su perfume la desconfianza que hace ruido en las actitudes humanitarias. Lo pautado era así: se hace agua en el desconcierto.

Miró de reojo las iniciales de lo que insinuaba en una mueca, se desprendió el botón de la manga izquierda y miró la hora: tarde.

Un estertor se vació para siempre en la terraza de su oído, precipitó una sincronía de formalidades, lo de las miradas que vienen configuradas para una aceptación ulterior, no inmediata pero eficaz, sin embargo.

No te confundas: es música, no ruido.

Comunicación… No. Delicadeza, sutilidad.

Roce. Joyce. Rembrandt. Ontoscopía. La misma.

Su brazo describió una forma de dudoso valor geométrico (porque no se dibuja más que en un recuerdo, qué porquería).

Giró el cuello hacia la derecha, y el saco miró para el otro lado, desinteresado, tunélico.

El túnel abriga la esperanza de proteger una camisa desteñida, no sé por qué, si ya está como no quiere que esté, como toda protección. Escuché decir una vez que no se despega de un posible orgasmo numérico, como si fuera la creación binaria de un cómputo que remite a un diseño, nunca hay una autoría determinada.

Minuciosidad en la descripción y se pretende develar una esencia, un factor común de dos conjuntos vacíos. Cero. Nada. Joyce, Hume. Que seas tan minucioso no demuestra una causalidad, ni los túneles, ni los ademanes, ni lo que no vas a decir pero que pronunciarás en la lóbrega máscara de un silencio, los manantiales de significados, los limones de García Lorca. Ocio. Los guardias. Mate con criollitos y vigilancia.







Sigue haciendo una no-geometría con sus maneras hiperquinéticas de demostrar que somos personajes premeditados por alguien más. No hace que tenga forma humana ni ojos grandes sin párpados. Eso es Holywood.

No me vas a decir que en siete años vas a describir un día, eso es ocasionalismo, Funes el Memorioso, Malebranche, no, fue de los mutazilitas, Moisés Maimónides, estar como autor ahí, ser la condición de posibilidad a cada momento, dejá tranquilo a los personajes, ya parecés mi viejo con los modales para comer. Temblar por falta de Libertad. Temor y Temblor, Kierkegaard, no se entiende lo que quiere decir, tiene un problema con la elocuencia. Demasiada metafísica para una capacidad tan limitada de plasmar.

Endereza la mirada y el túnel se dinamita en una prolijidad digna de un diplomático.

La camisa no es de diplomático, es demasiado sincera –raída- para ser de diplomático.

La verdad no es internacional, si llegara a existir.

Me mira pero parece una posición, no una mirada. Parece una anécdota que los ojos se dirijan a mí, la mirada debería tener un algo-más para que funcione como delimitación de lo que es una individualidad hacia otra, eso que las palabras no pueden hacer aunque las onomatopeyas se distingan de un logos casual y desangrado por la tradición.

El túnel se derrumbó, el saco es más nuevo, esconde lo raído. Sospecha.

Fin de cita. (Ilícita, es una cita propia).

Ahora qué hago.


Sergio A. Iturbe
02/06/07
(El cuadro es de Paulina Parra)



10 comentarios:

Anónimo dijo...

Entonces, y sin haber leido el Ulysses, se trata de una proliferación del significante; un vagabundeo verbal sin teleología: no se trata de una estética mística-enigmática: la expresa minusvalía del lenguaje para decir esa positividad plena que descansa en un más allá. Se trata más bien de una estética críptica: tuneles interconectados, cruzados, sin cartografía posible, no-geométricos; por eso no hay comunicación, porque el significado-ese glaciar de La Lengua, su terrorismo de Estado- no está, o es la espuma que reverbera en la marea inquieta del habla de joyce: es esa verdad, que si existiera, no es intencional. Me encantó tu crítica "no-académica"....

Anónimo dijo...

Entonces, se trata de una proliferación irrestrica del significante; un vagabundeo verbal sin teleología que amuralle(cual tunel) la dinámica de esa mirada esquizofrenica:grado cero del Ser, donde condiciones de visibilidad y enunciabilidad fraternamente coinciden. Se trata, pues, más que de una estética del Hermetismo, de una estética de la Cripta: en efecto, el lenguaje hermético elude la transparencia significativa, pero contiene un significado destinado para los iniciados en ese código oculta; el habla críptica, por lo contrario, se trata de series verbales interconexas, rizomaticas, en puntos de fuga, que imposibilitan una cartografía, es no-geométrica: el significado-ese glaciar de La Lengua, su terrorismo de Estado- es inasible, o acaso la espuma de la marea ebria del discurso joyceano: esa verdad, que si existiera, sería no-intencional: esa verdosa Ïtaca, que está en todas partes, y en ninguna...Me encantó tu crítica "no-académica"...

[lukas_utc] dijo...

toda mirada es una posición

en realidad una mirada es la suma de su desdoblamiento entre mirada y posición

creo que eso ya lo escribí en otro lado

y si yo tuviera que escribir un día

tendría que desperdiciar toda mi vida entre el despertar y el café

Petra von Feuer dijo...

No creo que una mirada sea solo UNA posición...es más bien una multiplicidad de posiciones. El ojo que aquí mira a Joyce esta lleno de letras de otros lugares, y de caminos andados por fuera de la literatura.

Por otro lado..."Dejá tranquilo a los personajes"...contemplad el quid en todo su esplendor.

Petra von Feuer dijo...

Inquisición al autor: ¿El objeto abrazado...es el ejemplar del Ulysses? Yo lo entendí asi...pero puedo estar equivocada

Serj Alexander Iturbe dijo...

No, no. Son dos personas abrazándose, nada más, saludándose al encontrarse.

Anónimo dijo...

Si dos caminos se encontraran, si dos se abrazaran sería solo así:no es más q una "obra" del desconcierto, q una gota de algún tipo de agua,q los extremos de "tal vez" un tunel, diplomacia, pauta,confusión, comunicación, geometría,mirada, verdad, saco...

Anónimo dijo...

Cita propia:
si se tardan siete años en describir el manantial de significados de un solo día de la cautelosa y acabada vida del día a día, "la mirada debería tener un algo-más para que funcione como delimitación de lo que es una individualidad hacia otra, eso que las palabras no pueden hacer aunque las onomatopeyas se distingan de un logos casual y desangrado por la tradición."
La tradición apesta y ésa es bandera siempre nueva, querido dasein posmoderno.
Estar y vivir la etapa del asco será un preludio del cosmo satánico.
Ana



de la semana.

Anónimo dijo...

Como etapa del asco se figura la muerte que aquí se exclama, la inutilidad del corte de lo preciso -que no va a dejar nunca de ser preciso por más rápido que pase, y si tenés años para precisarlo más lejos se irá de la mirada o el gesto, más cerca de lo interminable...cercano infinito, prefacio de esencias, si las hubiera...-.

¿ahora qué hacés?

Quemale la espalda del saco con la plancha, para inventarle una salida gótica al túnel.

Ahora terminé el comentario.
Ana

Anónimo dijo...

Como etapa del asco se figura la muerte que aquí se exclama, la inutilidad del corte de lo preciso -que no va a dejar nunca de ser preciso por más rápido que pase, y si tenés años para precisarlo más lejos se irá de la mirada o el gesto, más cerca de lo interminable...cercano infinito, prefacio de esencias, si las hubiera...-.

¿ahora qué hacés?

Quemale la espalda del saco con la plancha, para inventarle una salida gótica al túnel.

Ahora terminé el comentario.