1.8.07

La paga de los soldados (William Faulkner) Capítulo VIII (II)

Los sucesos sensacionales de los que se habla nueve días, noventa días o novecientos días, tienen la facultad de pasar al olvido donde van a dar, tarde o temprano, todas las invenciones del hombre. El olvido es como una especie de desaguadero que protege al mundo de las inundaciones. Se dice con mucha ligereza que eso es obra de Dios, pero tiene que haber sido una mujer la que hizo ese trabajito, porque ningún hombre puede ser tan materialista y utilitario. Pero también es cierto que las mujeres sólo conservan las cosas que pueden utilizarse otra vez algún día. De modo que esta teoría también fracasa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo pienso q Dios no exixte pero aunque todas las personas hablamos,pero en realidad no saben quien fue ni que fue yo pienso que el inicio de la vida es la vida misma.La vida es el afa y el omega el inicio del fin.