28.10.07

Epitafio a los ojos (Por María Victoria Dentice)


Tu no tienes voz y el nunca tiene un cadáver debajo del cuerpo.

Diálogo de la malherida contra un payaso blanco

V: Victoria
E: Enrique C. (el payaso)

I.
-V: Las cosas ya no hablan, las cosas aguardan (a ti y a ud.) La luz no ama a nadie.
-E: Es un desalmamiento transparente y un tajo de gloria afilando la sangre, es como una lágrima filosa gestándose en el corazón.
-V: será que apenas no podemos nacer…
-E: yo nada mas río
-V: como siempre, pero este deseo me esta violando con tristezas la memoria.
-E: ¿mueres acaso de ti?
-V: si, muero de yo. Muero de esta mujer desencantada que soy, mi principio es el exilio de un barco detenido en su edad y ud. tan solo y endecho como un ángel, con su sexo terrible entre mis manos y no le importa. Dice de mi que. Diga que no sobrevivo. Diga mejor que me ha estado muriendo de la noche.

II
-E: Tu corazón ha crecido y miente y se engaña
-V: tengo algo [que decir] que morir aquí mismo, el tambor de las ausencias anuncia una extraña desolación de hielo-
-E: Es mejor callar en presencia de lo abrasante, por eso ahora me marcho, como siempre, a tiempo.
-V: a destiempo de su singularidad perversa.
-E: tal vez caiga en una lejanía sin sentencia
-V: pero he aquí una niña como un ave muda mirando a sus ojos sin consuelo.

III
(ahora V. habla con V.)

-V: ahora soy mi padre y soy mi madre y soy un agujero desangrado, E. se ha muerto, ha muerto como un fantasma.
-V: ¿Con el corazón hacia abajo?
-V: con el corazón hecho cenizas
-V: dime a mi si me encuentras: que la antigua desaparecida me busca para hacer el duelo, dime si me hallas conmigo que me tires de los pies hasta el vertical de una ola. Dime que adonde estoy, que si estoy mas sola que los huesos de mi padre.

IV

-V: El payaso hubo abierto una puerta y lo llamo el olvido. Nada más. Se arrojo a dormir en lo tieso, lo guardaron en su vientre de nuevo, como recién pintado, como recién amado.
-V: Tú eres yo o la madre de las coseduras en mi cerebro vacío, tu eres la raíz tejida en la conciencia, pero las tumbas no nos cantarán jamás.
V
-V: hoy lo han visto al muerto andando por los pasillos con una flor llena de risas en su ojal, pero ya no es un payaso. La piel ahora no es de maquillajes, es así: hurgada por bestias que la devolvieron amarilla.
-V: su can/ser se escribe con s, can/ser se perfuma con la letanía de algunos huesos.
-V: mi recuerdo apenas no le duele, apenas no se fue, apenas se irá nunca.
-V: los olvidos se llaman sino olvidos, sino ausencias para escribir que nos morimos.
-V: vuelvan en un rumor el epitafio hacia adentro. Porque si vivo me transformaré tal vez en un grito para alambrar estos recuerdos. El infierno esta cercado junto a una mirada.
-V: la malignidad ahora esta completa.
-V: Hoy fui a verlo con flores negras en la boca. Y lo llore al lado de la lapida gris que tenía [cualquier nombre menos el suyo] y rezaba en silencio el silencio. Hoy le cave una tumba en los ojos para ver si aún reía, pero ya no rió.

2 comentarios:

Vic dijo...

Me cago en vos Sergio...
ME CAGO EN VOS!!!!

Muy bueno el texto, eh?felicitaciones a la tocaya.
A vos gracias por el frío en el alma... muy oportuno.

Gabriel dijo...

a new wave pizarnik, mas sofisticadamente literaria. Algo para recordar.