14.5.08

Fiesta de la coacción


Y claro, empezaron los escopetazos, era un barrio de mierda. Al vecino se le ocurrió ser curioso en el trayecto de un cartucho. Pedazos de hueso convexo y masa encefálica por todos lados. Cayó la policía, con sus luces psicodélicas y nacionalistas (celestes y blancas las luces que se ostentaban). Empezó la fiesta rave, en tanto que la música electrónica sugería espasmos en sus adeptos. La cerveza empezó a circular entre los destellos. Cerveza irlandesa, para colmo. De calidad, la cerveza, pero porque eran sudacas. Todo mal. A las cinco de la mañana nos desalojaron, mientras el cadáver era retirado por la Policía Judicial. Me duele la espalda: nunca había bailado tanto. Me siento seguro en la ciudad de Córdoba.

Sergio A. Iturbe
24/01/08

1 comentario:

Petra von Feuer dijo...

La disrupción de la cotidianeidad hacia lugares absurdos en este texto me recuerda cierta tendencia observada en las últimas obras del joven escritor Diego A. Iturbe. En fin...I feel safe in New York...ups, perdón...Córdoba city.