24.7.07

Psicología Atomística (Quasi-Fantasía) Macedonio Fernández. Frag.


Vemos que si hubiéramos de reconstruir la escala biológica, mejor dicho, cósmica, según un concepto verdaderamente racional, habríamos de resignarnos a descender uno a uno todos sus grados y sentarnos en el último, para dejar al átomo inorgánico el puesto que le habíamos usurpado, pues, ¿qué jerarquía podría llamarse racional sino aquella que, formada con el criterio de la riqueza de conciencia, colocase al átomo libre, ese anarquista modelo, en el grado superior, y al átomo cerebral humano (designándolo por su ambiente) en el infinito, escalonando los seres en orden inverso al de su sociabilidad, es decir, invirtiendo totalmente la escala de nuestros libros, que, consagrando como ideal la más ínfima asociación, ni siquiera dan al átomo libre un puesto en ella?
Izoulet, Ferri, De Roberty, Spencer, Guyau, toda la escuela biosocial moderna, repite que el átomo no vive, que todfo lo que vive es una asociación. Comprendo perfectamente que sea socialista, o asociacionista: mi átomo está muy dispuesto a serlo, pero sólo como un modus-vivendi, mientras no podemos vagar por el universo como anarquistas perfectos (átomos libres); sin embargo, no veo la necesidad de ir a buscar en una mezquina hipótesis sobre el sustractum de la conciencia una justificación superflua del socialismo. Yo no estoy más seguro de mi teoría que debieran estarlo los psicólogos de la suya: me parece sencillamente, más notable, sobre todo por no estar en contradicción con hecho alguno, cualidad que niego a la opuesta.
La objeción más fácil a mi tesis sería la siguiente: si nuestro "yo" ha existido siempre ¿cómo es que nada recordamos de nuestra vida anterior al nacimiento?
Respondo: 1º) Que tampoco recordamos muchos sucesosde nuestra niñez; 2º) Que la identidad del "yo" no depende de la memoria; un hombre que experimenta primero una sensación (táctil, por ejemplo) y luego una sensación diferente (muscular) es reconocido como el mismo, aunque la segunda no es el recuerdo de la primera; 3º) En fin, el recuerdo es simplemente la repetición de la sensación o emoción primitiva, repetición que sólo es posible cuando el ambiente inmediato del átomo que es substractum del yo que recuerda, permanece idéntico.
(El cuadro es de Escher)

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