Toda vida consiste en muchos días, día tras día. Caminamos a través de nosotros mismos, encontrando ladrones, fantasmas, gigantes, viejos, jóvenes, esposas, viudas, cuñados adulterinos. Pero siempre encontrándonos a nosotros mismos. El dramaturgo que escribió la edición folio de este mundo, y la escribió mal (nos dio primero la luz y el sol dos días después), el señor de las cosas como son, a quien los más romanos de los católicos llaman dio boia, dios verdugo, es indudablemente todo en todo en todos nosotros, mozo de establo y matarife, y sería chulo y cornudo también si no fuera porque en la economía del cielo, predicha por Hamlet, ya no hay más matrimonios, dado que el hombre glorificado, ángel andrógino, es esposa de sí mismo.
5 comentarios:
¿El kimono de Samuel Tesler?
¿Su genealogía?
Vaya que la escribió mal...los hombres glorificados terminaron siendo meros caracoles con alas.
Mal escrito más bien porque los hombres glorificados terminaron siendo glorificados por la sociedad, no por su soledad.
¿Será posible la glorificación en soledad (léase: sin agente/s que otorguen la glorificación)?
Yo creo que sí...
Esto del reconocimiento por un "otro" que lo valide me parece pasado de moda, uno se debe poder validar sin la necesidad de otro...
Dejemos a Hegel de lado...
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